mercado miribilla

La cadena de alimentación puede ahora reclamar por daños y perjuicios al Ayuntamiento, que fue quien aprobó su implantación en el patio de una ikastola.

Ya es firme. La Justicia ha anulado definitivamente la modificación urbanística que el Ayuntamiento de Bilbao aprobó en 2014 para permitir la implantación de Mercadona en los terrenos de la ikastola Urretxindorra de San Adrián. La operación urbanística había sido tumbada en febrero pasado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que acusó al Consistorio de haber desarrollado «un urbanismo a la carta». El Consistorio anunció entonces que apelaría al Supremo para tratar de revertir esa sentencia. Ahora, en un auto al que ha tenido acceso EL CORREO, el alto tribunal ni siquiera admite el recurso y, en consecuencia, declara firme el fallo que pone contra las cuerdas al supermercado y le aboca al cierre.

Los responsables del establecimiento y de la Administración local mantendrán una reunión la próxima semana para abordar este asunto. El concejal de Urbanismo, Asier Abaunza, reconoce que «no es una buena noticia para el Consistorio». El edil admite que la posibilidad de la clausura de la tienda está muy presente y no descarta, incluso, que finalmente haya que derribar lo edificado. «Este último asunto es más complejo. Creo que hay opciones de que no se llegue a la demolición», plantea.


Todo dependerá de la decisión que adopten los jueces, en breve, con respecto a las licencias de actividad y obra. Estos permisos penden de la norma superior que ha sido anulada. Por este motivo, las fuentes jurídicas consultadas dan por hecho que los magistrados no tendrán otra opción que invalidarlas igualmente.

Abaunza insiste en que no comparten los términos de la resolución que ahora ha sido ratificada. El TSJPV reprochó en su día a la Administración local que con su decisión no preservaba el interés general y alimentaba una utilidad «meramente especulativa». El edil sostiene que si en lugar de una ikastola concertada, el cambio se habría tramitado a instancias de un centro público, «no hubiera habido problemas». «La ikastola está declarada de interés público, por eso no lo entendemos», insiste.

Sin negociación posible

Tampoco cabe la posibilidad de llegar a un acuerdo con el demandante. La empresa que denunció al Consistorio ante los tribunales se llama Centro Comercial Miribilla XXI y gestiona un área de más de 10.000 metros cuadrados de tiendas y establecimientos en el barrio, en una galería ubicada frente a la estación de Renfe. La apertura del Mercadona le ha generado una fuerte competencia. Uno de sus inquilinos, una perfumería, ha cerrado recientemente, por ejemplo. La entrada en escena de la cadena de alimentación también ha mermado las ventas de otro supermercado ubicado en este espacio. Su abogado, Guillermo Ibarrondo Elizazu, descarta cualquier tipo de negociación. «Es una cuestión urbanística, en la que está implicada una administración. No es un tema entre particulares, por lo que no cabe un arreglo», zanja.

Mercadona, por su parte, se quiere mantener al margen de este asunto judicial. Asegura que la recalificación es anterior a la firma del convenio que suscribió con la ikastola Urretxindorra y que es un tema urbanístico en el que participaron exclusicamente el Consistorio y el centro educativo. «Es verdad que a nosotros nos afecta, pero no tenemos nada que ver con su origen».

La cadena de alimentación no quiso anticipar cuáles serán sus próximos pasos, pero podría exigir daños y perjuicios al Ayuntamiento ante un eventual cierre de su actividad. En su momento anunció que había invertido más de tres millones de euros en el proyecto. La ikastola evitó ayer hacer declaraciones. El auto del Supremo inadmite el recurso del Consistorio, pero también el del centro educativo. Además, los magistrados les condenan en costas.

En su contexto

40

personas trabajan en el supermercado de Mercadona en Miribilla. Las instalaciones ubicadas en los terrenos de la ikastola Urretxindorra abrieron el 15 de noviembre de 2016.

1.500

metros cuadrados de superficie tiene el establecimiento de la cadena levantina de distribución. El supermercado cuenta con 75 plazas de aparcamiento.

Polémica en el pleno

La recalificación del suelo de la ikastola salió adelante en el pleno del Ayuntamiento de Bilbao gracias a los votos favorables del PNV y el PP. El PSE, que mostró entonces su malestar por «un urbanismo a la carta», se abstuvo, mientras que Bildu votó en contra por «el daño que se va a hacer al pequeño comercio del barrio». El acuerdo que después suscribió el centro educativo con la firma levantina le permitió mejorar sus instalaciones y sanear sus cuentas.

Los protagonistas

Mercadona se quiere mantener al margen del litigio, ya que la recalificación es anterior a la firma del convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la ikastola.

El precedente de Eroski con Bilbondo

La decisión de dejar fuera de juego la norma urbanística que permitió el desembarco de Mercadona en Miribilla coloca en una situación incómoda al Ayuntamiento. No sólo porque los jueces le hayan reprochado su proceder, sino porque la cadena de alimentación podría ahora reclamar daños y perjuicios al haber obtenido las licencias con todos los parabienes de la Administración local.

Existe un precedente cercano. El Ayuntamiento de Basauri dio luz verde hace un lustro a la ampliación del Bilbondo, a petición de Eroski. Las tiendas del municipio, sin embargo, se opusieron a la medida y abrieron una batalla judicial. Los magistrados acabaron dándoles la razón y anularon las modificaciones urbanísticas impulsadas por el Consistorio. La cadena de distribución reclamó luego 6,6 millones de euros a las arcas municipales en concepto de indemnización. Los jueces acabaron rechazando esta petición. En aquel caso, al contrario de los que sucede en Miribilla, las obras ni siquiera habían comenzado.

https://www.elcorreo.com/bizkaia/mercadona-miribilla-abocado-20171110193017-nt.html